viernes, 28 de octubre de 2011

EL BOFEDAL "LA MOYA" DE AYAVIRI

Los campos naturales de pastoreo del tipo bofedal son praderas naturales o artificiales, temporales o permanentemente húmedas, que presentan una cobertura vegetal mayormente pulviniforme adaptada al alto nivel de la napa freática, (con diferente calidad y distribución del agua), influenciada fuertemente por las condiciones de clima y por su historia de manejo. Estos ecosistemas son extremadamente frágiles y cambios drásticos del régimen hídrico resultan en la rápida e irreversible destrucción del hábitat. Aun alteraciones menores del clima, la cantidad de agua o las formas de manejo, pueden resultar en cambios dramáticos de su composición y diversidad florística.

Según el “Proyecto Conservación de la Biodiversidad en la cuenca del lago Titicaca, Desaguadero, Poopo y Salar de Coipasa - Evaluación de las características y distribución de los bofedales en el ámbito peruano del sistema TDPS” existen entre 2000 y 3000 bofedales en el departamento de Puno, muchos de los cuales se encuentran en un proceso de desertificación (LCD), el problema primordial que causa este fenómeno es la escasa preparación que poseen las comunidades campesinas, propietarias de dichos bofedales, para el adecuado manejo de los pastizales y de los ojos de agua de los bofedales.
 
Tan solo en la provincia de Melgar existen 66 bofedales distribuidos en 4 distritos (Nuñoa, Santa Rosa, Umachiri y Macari), sin considerar los otros existentes en los demás distritos (Antauta, Ayaviri, Cupi, Llalli y Orurillo). En Ayaviri, capital de la provincia, ubicada a una altura de 3925 msnm., y con una población de 22,667 (Censo 2007) habitantes, se encuentra un bofedal, llamado “La Moya”.
 
El Bofedal “La Moya” está ubicado al sur de la ciudad de Ayaviri, con una extensión de 52 hectáreas, a una altura de 3920 msnm y una temperatura promedio de 19 °C; limitando por el este con los baños termales de Pojpoquella y el cerro tutelar, el rojo Kolqueparque; al norte con la ciudad de Ayaviri y al oeste y sur con el río Ayaviri. Este bofedal es propiedad de las comunidades de Cápac Hancco y Umasuyo, compuestas de 300 familias que viven de la ganadería principalmente.
 
El mayor porcentaje de la extensión de los pastos naturales en La Moya, está siendo reducido año a año por el manejo inadecuado y sobrepastoreo por parte de estas dos comunidades (en especial por ganado de tipo ovino), así como por el ingreso de ganado en épocas no programadas y porcinos de personas ajenas a las comunidades. Otros factores que ponen en riesgo a éste ecosistema son: la contaminación por residuos sólidos y aguas servidas que vienen de la ciudad y del camal municipal, la contaminación por detergentes producidos por las lavanderas y la disposición de usar parte de ésta área como lugares para establecer zonas de recreación urbana.
 
Debido a ello, la Municipalidad de Melgar se ha propuesta buscar alternativas de solución para recuperar este valioso ecosistema y esta manera preservar este paraje natural que benéfica a muchas familias de la comunidad. Con esa meta en mira se plantea el siguiente perfil de proyecto que pretende ser una herramienta que en lista las diferentes estrategias de trabajo.



1.    ANTECEDENTES

La provincia Melgar está ubicada a una altura de 3925 msnm., y es parte de la meseta del Titicaca. Su capital Ayaviri, con una población de aproximadamente 28000 habitantes, (Mapa de Pobreza MIMDES-FONCODES) presenta un paisaje austero, sin árboles pero poseedor por la ley de las compensaciones de un oasis color esmeralda, un bofedal, llamado La Moya.
El bofedal de la Moya, está ubicado al sur de la ciudad, con una extensión de 52 hectáreas a una altura de 3920 msnm y una temperatura promedio de 19 °C; limitando por el este con los baños termales de Pojpoquella y el cerro tutelar, el rojo Kolqueparque; al norte con la ciudad de Ayaviri y al oeste y sur con el río Ayaviri. Este bofedal es usado principalmente por las comunidades de Cápac Hancco y Umasuyo, compuestas de 300 familias que viven principalmente de la ganadería.
  
El mayor porcentaje de la extensión de los pastos naturales en La Moya, está siendo reducido año a año por el manejo inadecuado y sobrepastoreo por parte de estas dos comunidades (en especial por ganado de tipo ovino), así como por el ingreso de ganado en épocas no programadas y cerdos de personas ajenas a las comunidades.
  
Otros factores que ponen en riesgo a éste ecosistema son: la contaminación por residuos sólidos y aguas servidas que vienen de la ciudad y del camal municipal, la contaminación por detergentes producidos por las lavanderas y la disposición de usar parte de ésta área como lugares para establecer zonas de recreación urbana.

Generalidades sobre los Bofedales.
Los bofedales y/o turberas con predominancia de juncáceas, se encuentran altamente distribuidas en la región andina y reciben diferentes nombres locales. En nuestro medio (Perú) se denominan “ojonales” o “turberas duras andinas” u “o’qhos”; en Argentina, “vegas alto andinas”, algunos científicos las describen bajo el nombre de “cushion vegetation” y “cushion peat bogs”. En Bolivia se conocen como “bofedales” o “turberas”, y sus asociaciones vegetales no corresponden a la definición clásica de turbera.
El paisaje dominante de los bofedales se muestra a manera de archipiélagos de cojines rodeados o bañados por una red de arroyos profundos, por donde circula lentamente el agua. Se observan pequeñas lagunas temporales y un rio principal que atraviesa el bofedal. Su formación depende de las condiciones locales, en especial de las condiciones hídricas del suelo. El aporte de agua es constante, producido por escorrentías glaciares o por un nivel freático alto.
Los bofedales llamados “ojonales”, son asociaciones de vegetales localizadas en zonas donde existe buen suministro de agua, irrigada durante todo el año proveniente de manantiales, ríos u ojos de agua. Estos tienen un gran potencial productivo que es casi exclusivamente utilizado para pastoreo de alpacas y un número limitado de ovinos, vacunos y otras especies de animales. Los bofedales se consideran praderas nativas, constituidas por especies vegetales propias de ambientes húmedos, de carácter permanente o temporal. Esta vegetación constituye fuente de forraje durante periodos de sequia, generalmente se encuentran por encima de los 4000 msnm, dominando en su estructura especies de porte almohadillado.
El bofedal es un pantano artificial, que tiene la cualidad de mantener un nivel constante de agua, además, facilita el crecimiento de los pastos propios de ambientes húmedos. Hay bofedales naturales formados por los deshielos o corrientes de agua. Existe información de áreas irrigadas en las diferentes zonas de pastoreo altoandino sobre todo en Cusco y Puno. La ventaja de los bofedales; cuando son cuidados y mantenidos convenientemente son permanentes e indestructibles.


Importancia.
Los bofedales juegan un papel primordial en la zona altoandina. Estos ecosistemas ofrecen y almacenan agua permitiendo el desarrollo de una diversidad vegetal en ambientes donde las condiciones climáticas no son favorables, haciendo de los bofedales hábitat y fuente alimenticia de diferentes especies. Sin embargo estas áreas vienen siendo amenazadas con actividades y manejo inadecuado que se está dando.
  • Valor Biológico: Los bofedales, constituyen una respuesta del medio natural y las condiciones donde prevalecen son en sitios fríos y mal drenados, un lugar de alta humedad, en medio de un gran paraje seco y árido como es el altiplano. Para la fauna variada del altiplano, donde se encuentra especies endémicas con valor ecológico, representa fuente de agua y alimento, para lograr la supervivencia así muchas especies de aves, utilizan los bofedales y bordes de lagunas como micro hábitat y/o lugares de protección y alimentación. Sin embargo, son ecosistemas frágiles su desarrollo y permanencia depende principalmente de las condiciones hídricas del suelo. En las zonas que por acción humana se ha perdido el agua ocluida, se inicia un proceso de turbificación. Los bofedales con pendiente, están degradados por el continuo aporte de material coluvial sobre la vegetación, donde se reduce notablemente la producción vegetal.
  • Valor Forrajero: La economía de los productos alpaqueros de las regiones altoandinas está basada únicamente en la ganadería, limitados a animales adaptados a la vida de altura, como los camélidos sudamericanos (alpacas, llamas), vacunos y ovinos. Los bofedales son considerados pastizales naturales de gran valor forrajero. Su elevada humedad edáfica permite una alta productividad de hierbas y gramíneas, agradables al paladar del ganado. Como Distichia muscoides, Scirpus sp, Alchemilla pinnata, Werneria pygmaea, Ranunculus spp., y varias gramíneas de los géneros Poa y Calamafrostis. La oferta de materia húmeda es alta mientras que la materia seca para el ganado disminuye, sin embargo esta disponibilidad de forraje permite la presencia de una apreciable cantidad de ganado durante el año, fundamentalmente en época seca.
  • Importancia Hidrológica: El agua acumulada en un bofedal durante la época húmeda, está disponible en los periodos secos, en especial cuando se trata de bofedales drenados y/o canalizados; en este caso, juega un rol importante en la regulación del régimen hidrológico de los cursos de agua. Existen bofedales donde el recurso agua es abundante, permitiendo el desarrollo de especies piscícolas, las mismas que son de consumo para el poblador rural o la producción de truchas a pequeña escala y se planifica mejorar este proceso, que permitan un desarrollo económico. En el caso de turberas intactas (no drenadas), desempeñan cierto papel en la alimentación de las fuentes de agua freática o para mantener el nivel freático de tierras agrícolas vecinas, sobre todo, si están destinadas para tal fin.



Problemática  que enfrentan los bofedales.

El gran potencial que ofrecen los bofedales se ven afectados por un indebido uso y manejo del agua o carencia del mismo, observándose zonas considerables que inician un proceso de degradación con disminución en su extensión y un aumento de áreas secas y áridas donde se hace imposible cualquier actividad productiva, además las poblaciones de fauna son desplazadas de su hábitat, las mismas que en el lapso de búsqueda de nuevas áreas de refugio, ven amenazadas su vida y de sus generaciones. Entre los principales factores que influencian del mal uso, manejo y deterioro, se encuentran:
  • La acción antrópica, donde el hombre ocasiona cambios drásticos y altera la interacción dentro de estos ecosistemas.
  • Otro factor que facilita la perdida y deterioro ecológico de la diversidad vegetal de los bofedales es la sobrecarga animal en determinados sectores por falta de un manejo adecuado.
  • El crecimiento demográfico de la población es un factor importante que está induciendo al deterioro de los ecosistemas altiplánicos, sin embargo, no es el único.
  • Algunos autores opinan que tal vez más importante que el crecimiento demográfico de la población es la pésima administración que se tiene con los recursos naturales nativos.
  • Otro punto de importancia es la carencia de conocimientos técnicos, falta apoyo de instituciones públicas y privadas, en general la falta de capacidad del estado en orientar una política real y efectiva en la administración de los recursos naturales nativos.
Frente a esto, se requiere de establecer una propuesta y plan de manejo adecuado y sostenido. Se considera que en el departamento de Puno existen por lo menos unos 2000 a 3000 bofedales de extensiones muy diversas. Los principales tipos de praderas según géneros y especies, presentes en los bofedales son: Distichia muscoides, Oxychloe andina, Plantago tubulosa, Carex, Ranunculus, Calamagrotis, poa, Juncus, otras spp.

Clasificación.
Para la determinación de los diferentes grupos o clases de bofedales Tipo, se ha elaborado una Matriz de Caracterización, las variables utilizadas para determinar la clase, en orden de prioridad:
  1. Altitud: que caracteriza la forma y estructura de todos los elementos ambientales y bióticos en un determinado ecosistema. Teniendo así dos grandes grupos Bofedales de tipo ALTIPLANICO, con altitudes que van de 3809 msnm. (nivel del lago Titicaca) hasta los 4099 msnm; y Bofedales de tipo ALTOANDINO, con una altitud comprendida entre los 4100 msnm a más niveles de altitud, por lo general 4500 msnm.
  2. Recurso climático e hídrico: la precipitación, temperatura, humedad entre otros parámetros; caracterizan determinadas zonas. En tal sentido se ha establecido dos clases: Hidromórficos, los que se encuentran en la ecoregión de Puna Húmeda (provincias de: Melgar, Huancané, Azángaro, Moho, San Antonio de Putina y Carabaya); y Mesicos, bofedales que estén comprendidos en la ecoregión de Puna seca (provincias de: Lampa, San Román, Chucuito, El Collao, Tarata y Puno).
  3. Grado de pH edáfico: de acuerdo al gado promedio de acidez y alcalinidad del suelo de cada bofedal evaluado, así tenemos tres grupos: Ácidos, con un pH promedio que va de 6.5 a valores menores; Neutros, comprende un  pH de 6.6 a 7.3; y Alcalinos, con valores que van de 7.4 a más.
Según el Resumen del numero de bofedales por provincias, área y perímetro del sistema TDPS lado Peruano del 2001, la provincia de Melgar posee 66 bofedales con una área total de 15752,60 hectáreas y un perímetro de 646,51 kilómetros. Según el mismo resumen el departamento de Puno cuenta con 340 bofedales que abarcan un área de 107166,35 hectáreas y 3948,53 kilómetros de perímetro. Actualmente la extensión que ocupan los bofedales, esta afectadas por diferentes presiones negativas que ocasionan reducción y perdidas de áreas afectando la gran biodiversidad existente en estos ecosistemas considerables, que no podrán ser recuperados.
 

Uso y Tenencia de Bofedales.
El Gobierno Militar, promulgó en el año 1969 la Ley de Reforma Agraria 17716 tras 10 años de reforma agraria (1970–1980), se expropió y adjudicó 10,298,453 Has, que representan el 53.3% de la superficie agropecuaria nacional explotada, beneficiando a 389,576 familias, que representaban el 39.2% del total de familias campesinas. La mayor parte de tierras adjudicadas fueron pastos naturales (72.2%), seguidos por terrenos marginales (13.1%) y las tierras de cultivo secano y de riego (14.7%).
Antes de la Reforma Agraria, la tenencia de la tierra en el departamento de Puno se caracterizó por la existencia del latifundio y minifundio. Las estadísticas muestran que 90,875 familias (82.93%) tenía 11,548 Has (3.32%) de las tierras y 908,000 familias (0.84%) concentraban el 79.88% de las tierras del departamento de Puno. Se expresa la extrema concentración de la tierra en manos de los gamonales y la escasa tierra de propiedad de los campesinos. Según el censo de 1972, la estructura de la tenencia de tierras, la concentración de la tierra y el minifundio, no se ha modificado sustancialmente aún está personificada en las Empresas Comunales Asociativas (ECAS) y en el minifundio de las comunidades y parcialidades. Después de 16 años en que se empezaba a ejecutar la reforma agraria en Puno, encontramos que ésta sólo ha beneficiado a un pequeño sector del campesinado.
Las comunidades campesinas sólo han recibido el 2.5% de las tierras adjudicadas por la reforma agraria, notándose una clara marginación de las comunidades y parcialidades, ya que sólo 67 comunidades conformadas por 11,271 familias fueron beneficiadas, es decir, el 2.9% del total de familias beneficiadas por la reforma agraria. En total la reforma agraria en Puno, ha beneficiado con tierra, solo al 18.74% de las familias del área rural departamental, ya que 77.38% de familias pertenecientes a las comunidades campesinas socias, han sido marginadas de la gestión empresarial, del empleo y de la distribución de los excedentes de las empresas.
El Departamento de Puno y la actual tenencia de Tierras
El departamento de Puno tiene una superficie de 72,334 Km2, la mayor parte de ésta área constituye la Cuenca del Lago Titicaca. Según el censo de 1993, el departamento de Puno, cuenta con una población de 1057606 habitantes de los cuales el 69% vive en el área rural, donde se agudiza la pobreza con una serie de problemas de índole socio-económico.
El altiplano puneño, se divide en 2 zonas características La zona ribereña del lago con 116,000 hectáreas, de éstas el 70% está dedicado a la agricultura y una menor parte constituyen los pastos naturales de las comunidades y parcialidades campesinas. La zona altoandina, constituye una extensión de 1346000 hectáreas, la mayor parte de esta área está constituida por pastos naturales y una menor parte constituyen rocas y cerros completamente eriazos por efecto de la erosión pluvial, la actividad principal de esta zona es la producción pecuaria, conformada por empresas actualmente reestructuradas y las comunidades campesinas.
En estas comunidades campesinas la escasez de tierra es un problema generado por la división de tierras en parcelas y la propiedad comunal, como efecto de la herencia de padres a hijos. Así mismo, este problema se agudiza por la concentración demográfica en las comunidades, ya que cada familia excede un promedio de cinco miembros.
En consecuencia, la escasez y la desigual distribución de la tierra constituye uno de los aspectos sociales relevantes, dado que la política agraria (tanto del siglo anterior como del presente), no ha prestado atención al problema del minifundio y la formación de capas de campesinos medios y pobres, por el contrario, sólo ha existido la preocupación y el fortalecimiento de la gran propiedad y la propiedad social, en desmedro de las grandes mayorías del campesinado radicado en las comunidades campesinas.
La Parcelación y sus Consecuencias
Esta es una situación crítica al interior de las empresas, especialmente con relación a gestión y resultados económicos y financieros, y en general, frente a la inseguridad y futuro. La parcelación, existente en las haciendas, en la medida que los patrones concedían a sus colonos porciones de terrenos como contraprestación de su mano de obra y que la reforma agraria consolida, la misma en el caso de las casi totalmente enfeudadas y que dan lugar a la formación de los grupos campesinos, o que se produce desde inicios de los 80, como respuesta, en parte a la inoperancia de las empresas asociativas acrecentado la extensión de las tierras que poseían con anterioridad y en parte legalizadas tendría una serie de efectos inmediatos y otros previsibles a mediano y largo plazo. La parcelación lleva consigo un efecto de suma importancia, la perdida de la capacidad de negociación o de reivindicación que actualmente tienen las empresas, al constituir un grupo más alto de las tensiones y conflictos internos que tienden a desintegrarlo.
Comunidades Campesinas
Las comunidades campesinas se conforman como comunidades cuando se han organizado para la implementación de la Ley de Reforma Agraria 17716 y el DL. 006 de reestructuración democrática de tierras con el gobierno de García (1985-90). Es así, como las parcialidades, se organizan en comunidades campesinas según el Decreto Supremo Nº 37–70 AG con el que se ha conseguido la adjudicación de los terrenos que actualmente poseen. Estas comunidades están reconocidas según resoluciones emitidas por el Ministerio de Agricultura, zona XXI Puno.
La comunidad campesina es una institución conformada por familias campesinas que se organizan bajo determinadas normas y parámetros sociales y culturales. Es una  organización formada para enfrentar las difíciles condiciones físicas y sociales que vive la unidad familiar en los andes y cuya existencia les permite subsistir y avanzar. Un hecho objetivo en la micro región y en el sur andino en general, es que las formas de cooperación comunal son imprescindibles para mejorar los niveles de producción y bienestar en las condiciones en las cuales éstas actúan. Es por ello que constituyen una estrategia clave de sectores marginados y desatendidos por la sociedad y el Estado para mejorar sus resultados económicos.
La comunidad al tener reconocimiento jurídico asegura la defensa de su territorialidad. Según la constitución, permite y garantiza el manejo del ciclo de producción agropecuaria propia de la zona andina, asegura la administración de los recursos naturales existentes en ella, y facilita la integración cultural de sus miembros, además gestiona proyectos y realiza inversiones que le permitan acceder a servicios y mejorar su base productiva. Así podemos señalar que las funciones que actualmente cumplen las organizaciones de gobierno comunal son:
  • Defensa del territorio comunal y sus recursos naturales.
  • La satisfacción de los servicios básicos y públicos dentro de la jurisdicción comunal.
  • Gestión de la inversión económica productiva a nivel comunal.
Para el desempeño de estas funciones algunas comunidades cuentan con más ventajas que otras: la tenencia de terrenos de uso comunal, capacidad de gestión y convocatoria que tienen sus directivos para lograr el aporte y participación de la población. Las comunidades son una necesidad para la población campesina que individualmente tendría serias dificultades para enfrentar los retos y limitaciones del mundo andino y la marginación de la sociedad mayor.
Economía Campesina
Las limitaciones que imponen los efectos climáticos en nuestro departamento como: bajas temperaturas, heladas, la altitud, la aridez (particularmente en la vertiente occidental) y las topografías fuertemente accidentadas, hace que la utilización de la tierra para la agricultura sea baja. Es por tal motivo que el poblador andino dedique el uso de sus tierras a la ganadería extensiva; en las zonas bajas domina el ganado ovino y secundariamente el vacuno, en las zonas altas (por encima de los 4100 msnm), donde los pastos son duros dominan los camélidos sudamericanos (llamas y alpacas).
La economía campesina gira alrededor de la producción de camélidos sudamericanos, por ser esta especie de mayor adaptación a las condiciones del medio ecológico, esto permite la integración al mercado a través de la comercialización de manera muy especial de la fibra y carne siendo un producto exportable.
En el Perú aproximadamente 90,000 familias, son las que se dedican a la crianza de camélidos andinos, las comunidades campesinas crían a estos camélidos en condiciones de extrema pobreza; la altura, el clima, la dispersión poblacional y habitacional, la lejanía de los centros urbanos y la falta de vías de comunicación y servicios, son alguna de las condiciones donde se desenvuelve su economía familiar, sus niveles de ingreso se encuentran por debajo del salario mínimo vital en una proporción del 40%, la economía de las comunidades alpaqueras, es economía de subsistencia, donde el 41.8% se destina al autoconsumo, y el ingreso monetario percibido por diversas transacciones los destina para producir su subsistencia.
Impacto de la Nueva Ley de Tierras en la Tenencia de Bofedales
Cuando estaba vigente la Ley de Reforma Agraria, el principio básico que se tenía era que "La tierra es para quien la trabaja"; teniendo validez el título de propiedad sólo si la tierra tenía buena producción, así algunos bofedales evaluados son propiedad privada, como el caso de la hacienda Santa María, del distrito de Nuñoa, provincia de Melgar, que posee ganado vacuno mejorado, camélidos, ovinos y equinos, demostrando que en la propiedad privada se realiza un mayor adelanto tecnológico y mejoramiento genético por la disponibilidad de bofedales.

Problemática Actual del Bofedal “La Moya”
Actualmente el bofedal “La Moya” afronta diversos problemas que ponen en riesgo su existencia en el mediano plazo. Problemas que deben ser considerados y discutidos por los interesados, antes de plantear cualquier programa de recuperación, con esa finalidad se debe plantear como primer pasó un taller de trabajo con todos los involucrados como son:
  1. Las comunidades de UMASUYO y CÁPAC HANCCO.
  2. La Municipalidad de Melgar.
  3. Las instituciones del gobierno: SENASA, INIA, Ministerio del Medio Ambiente,  entre otros.
  4. Las instituciones privadas y organizaciones de base.
  5. Las Universidades de la Localidad.
  6. La Población del Distrito de Ayaviri.
Después de una evaluación de la situación actual del Bofedal “La Moya”, desarrollada en el 2007, por los estudiantes de la Maestría en Ganadería Andina de la Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional del Altiplano, se llego a las siguientes conclusiones en cuanto a la situación del bofedal:
  • Los índices de biodiversidad de plantas silvestres indican que el bofedal no posee una alta diversidad de especies debido probablemente al sobrepastoreo indiscriminado y no planificado de los comuneros, con la consecuencia de la eminente desaparición de algunas especies forrajeras.
  • Debido a que el aprovechamiento de la biomasa existente es de forma extractiva y no hay ninguna actividad de abonamiento del terreno, difícilmente se podrá mantener la productividad constante con los niveles deseados de nutrientes para mantener a los animales así como lo quisiera el hombre.
  • Se ha detectado, la presencia de cerdos que remueven los pastos desde sus raíces, con la consiguiente pérdida de cubierta vegetal.
  • Se aprecio también la presencia de personas que se dedican al lavado de ropa, descargando permanentemente detergentes hacia el lecho de la Moya, en una cantidad aproximada de 2.5 kilogramos de detergente diario.
  • Se considera también como nociva la presencia de las instalaciones del Camal Municipal que contamina la Moya con desechos de matanza en aproximadamente 800 m2, desechos que luego de saturar los terrenos de la Moya y eliminar la cubierta vegetal, van directamente al Río sin pasar por una laguna de oxidación.
  • Los fines de semana se desarrollan actividades deportivas en la Moya (se juega fútbol y vóley), el área en el cual se desarrollan estas actividades se ubica en la parte seca de la Moya con una extensión de aproximadamente una hectárea.
  • Anualmente se efectúa una corrida de toros por las fiestas patronales (Setiembre de cada año), la cual se desarrolla en la parte seca de la Moya en un área aproximado de cuatro hectáreas, las cuales quedan un tanto dañadas luego de la fiesta.
  • Al humedal desembocan más de dos torrenteras mezcladas con agua servidas provenientes de la ciudad que en su transcurso arrastran residuos como: latas de envases alimenticios, utensilios de cocina en desuso, restos de madera, piezas de fierro, jebes, bolsas de polietileno usadas, botellas de plástico descartable de diferentes usos, envases de detergentes, residuos de frutas, etc. Las torrenteras uno y dos tienen un área de 24 y 150 metros cuadrados, haciendo un total de 174 m2 de contaminación con residuos 

    2.   PROPUESTA

    La Consultora Irpaña, el mes de octubre del 2011, hizo el primer contacto con los dirigentes de las comunidades de Umasuyo y Capac Hancco, gracias a la intervencion de la Municipalidad de Melgar, que busca solucionar los problemas que afronta este valioso recurso natural.
    La Consultora Irpaña, propuso varias actividades para mejorar la situacion ambiental del bofedal, sin embargo en haras de trabajar con transparencia, se propuso como primera actividad, el desarrollar un "Taller de Trabajo", con las comunidades de Umasuyo y Capac Hancco, los repesentantes de la municipalidad de Melgar, instituciones ambientales publicas y privadas, las universidades y el publico en general.

    Ademas, la Consultora se encuentra en la busqueda de fuentes de financiamiento para poder desarrollar cualquier actividad que se proponga en el Taller de Trabajo que se desarrollara en el mes de Noviembre en la ciudad de Ayaviri.

    La Consultora Irpaña invita a todos los interesados en apoyar con propuestas o donaciones la realizacion de este proyecto. Para obtener mas informacion puede contactarse con el Lic. Julio Contreras (jcontreras@conirp.com) encagado del proyecto, "Recuperacion, Proteccion y Manejo Sostenible del Bofedal "La Moya" de Ayaviri y su replica en los bofedales altiplanicos y altoandinos de la provincia de Melgar".